Hoy me levanté y me burlé de la melancolía.
Es amarga y es fría.
No concuerda con mi ser.
Mi alma es caliente y alegre, siempre sonrío aunque me cueste.
Le abrí las puertas a la felicidad, aquella efímera, pero leal.
Hoy soy feliz, valoro lo que quiero, que es lo que tengo.
La sonrisa aumenta a medida que me roza el viento.
Y lentamente más libre me siento, a cada momento.
Hoy vivo, vivo y dejo vivir...
Qué mas se puede pedir?
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